viernes, 8 de abril de 2011

ELEGIR, ES ANIMARSE.

Estar con alguien es una elección, es algo que elegimos para creer que estamos bien, para sentir que estamos en compañía, compartiendo momentos y cosas con la persona que queremos. Es fácil no tener que elegir, y hacer de nuestras vidas una rutina ir siempre por el mismo camino, nunca arriesgarnos a un cambio, nunca permitir una sorpresa pero eso no es vivir, es el pánico que nos da tener que elegir. Siempre que tenemos opciones, hay que elegir  y arriesgarse a jugársela por una sola opción, siempre que elegimos, vamos a perder algo. El terror al abandono, a sufrir y arrepentirnos de nuestra PROPIA elección puede ser nuestro peor enemigo, por eso no hay que tenerle miedo a las opciones. Aunque el miedo no es no saber lo que queremos, sino no estar seguros, porque si no dudamos, no probamos y no buscamos, nunca vamos a saber  lo que queremos. El mundo está lleno de posibilidades, y no por una elección hay que perder las demás, pero si elegimos todo no elegimos nada. Cuando somos estructurados, rígidos y no nos corremos del camino, pensamos que no somos libres. Pero cuando pensamos que en verdad lo somos, estamos presos de nuestra propia indecisión. Algunos no eligen por miedo a perder algo; otros por miedo a perder todo y terminan sin elegir NADA. Nadie sabe que es peor. Cuando uno no elige, la vida elige por uno y eso no es ser libre, ser libre es animarse a elegir un lugar donde quedarse, UNA OPCIÓN, jugarse por una relación y no temerle ni al compromiso, ni a lo que pueda pasar después, aunque suene difícil. Uno se siente libre, pero es un engaño, si uno no elige nada, no tiene nada. Hay muchas razones para decir NO, y muchas razones para decir SI, pero no podemos permitirnos no elegir, ya que el elegir es darnos oportunidades a probar y a obtener cambios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario